David Deogracia Márquez
Entrenador Nacional de Fútbol
Máster Profesional en Fútbol
Director Deportivo por la R.F.E.F
davideoma@yahoo.com
DEFINICIÓN DE REGATE:
Se le da al marcador una información equivocada, y el éxito depende, de que la crea. Lo demás consiste en ponerse de acuerdo con el balón, para huir juntos. La victima queda atrás, con el dolor del vencido y la humillación del timado.
APTITUDES QUE DEBE POSEER UN BUEN REGATEADOR:
• Buena técnica individual
• Buen equilibrio, Coordinación
• Dominio de innumerables técnicas de regate y fintas
• Extraordinaria orientación
• Buena percepción
• Intuición anticipada de la reacción
• Velocidad en la ejecución y salida del mismo.
(PETER SCHEREINER)
Somos muchos los que nos preocupamos por la tendencia y rumbo que está tomando el deporte rey "El Fútbol". Vengo observando desde hace tiempo, la carencia de un concepto técnico individual fundamental bajo mi punto de vista, como es el regate, el uno contra uno. He divisado múltiples partidos de diversas categorías, tanto profesionales como de fútbol base y de diversas digas, observando lo difícil que es ver a un jugador encarar a otro. Hace unos años era más frecuente ver a futbolistas retar a su rival en el uno contra uno, que exhibición, emocionante y vibrante es ver cómo un jugador encara a otro retándolo, como si de un duelo a vida a muerte se tratara, se paraliza el tiempo, el público deja de respirar y las décimas de segundo parecen horas, esperando al vencedor. ¿A que es debido esto? ¿ Quien/es son/somos los culpables de que un fundamento tan espectacular y necesario en este deporte vaya desapareciendo?. La tendencia de los últimos años es de "toca y vete" toca y muévete" pero me pregunto: ¿ Se les explica dónde tienen que ir? ¿ Se les explica dónde tienen que moverse?. Creo que uno de los principales culpables de la desaparición del uno contra uno somos los entrenadores, debido a la alarmante tendencia defensiva y a la obsesión por el toca y muévete. El regate y el uno contra uno son necesarios para poder crear espacios, para crear superioridad numérica, para dar tiempo a que el compañero se desmarque, para dar profundidad al ataque etc.… Desde temprana edad, los jugadores ya están siendo coartados para poder realizar el uno contra uno, se les indica que pasen y que no arriesguen la posesión del balón etc.…
¡Dejemos a los niños driblar!
En multitud de ocasiones los técnicos a cada tentativa de drible de sus jugadores, se irritan y en seguida amenazan del banquillo a los futbolistas que no pasan la pelota con rapidez. ¡ Dejadlos que se equivoquen un poco! ¡Dejadlos que se expresen! Quizás esos técnicos que "castran" el talento de los niños, son esos que no vibran con los regates de Cristiano Ronaldo, Denilson, Robinho, Ronaldinho Cafú, Joaquin, Valeron, etc.… Se está perdiendo la cultura del futbolista de la calle en Europa, ese tipo de futbolista que realiza su aprendizaje en las calles de su ciudad y eso se nota en el talento e inteligencia de ese perfil de futbolista que sobrevive a todo.
Lo mejor que tiene ese aprendizaje según dice CRUYFF sería la LIBERTAD y la oportunidad de escapar al juego de los técnicos, que en las escuelas de clubes, empiezan a frustrar la creatividad y el individualismo de niños de diez a doce años, asimilando esquemas, exigencias y obligaciones del fútbol dicho moderno. En el fútbol Sudamericano, los niños siguen aprendiendo el fútbol de las calles, playas etc.… de ahí que su creatividad y talento sea superior al europeo, ya que el futbolista sudamericano se inhibe al tecnicismo, a pesar de la insistencia de los técnicos en evitarlo. En el fútbol Africano, se está empezando a acusar la llegada de los entrenadores europeos a dicho fútbol, ya que se está acabando con ese instinto ofensivo y del dribling en África, de momento sobrevive ese regate atrevido, sorprendente, vertical, hagamos lo posible para que no desaparezca ya que está en peligro de extinción.
Raymond kopa comenta: No se puede encerrar a los jugadores en sistemas demasiados rígidos, hay que dejarles una cierta libertad de maniobra sino el jugador no va a progresar, es imposible. Cuando tenemos jugadores capaces de marcar la diferencia…dejadlos que la marquen…dejadlos driblar. La prensa me criticó por regatear mucho en el Reims o en la Selección de Francia y Albert Batteaux me dijo: SI NO REGATEAS MÁS TE ECHO DEL EQUIPO eso me dio gran confianza, gané diez años y así llegué a jugar en el Real Madrid. El regate es un arma esencial, sentenció el jugador francés.
Cuando un equipo juega con un alto ritmo de juego, se suele decir que la circulación del balón se realiza con pocos contactos por jugador, pero al llegar a ciertas zonas del campo, se tiene que realizar el uno contra uno para poder seguir progresando, ya que, si se vuelve a la situación de origen, con una basculación bien sincronizada, sería muy difícil poder seguir profundizando. Es sabido que el regate entre más cercano de la portería adversaria más peligroso es para el rival, pero no por ello, sólo deben regatear los delanteros ni mucho menos, los centrocampistas también deben realizarlo, ya que logran con ello superioridad numérica, pudiendo ejecutar un buen pase o seguir progresando y profundizando en ataque. Estos jugadores están en decadencia y cada vez se observa menos que un centrocampista realice un regate cómo Maradona, Platini Cruyff Zidane, Riquelme etc…¿ A que es debido? ¿ Si realiza el regate, tiene jugadores por delante para poder pasarle el balón? Lo digo debido a que hoy en día en el fútbol moderno, prima cada vez más el juego con un solo delantero y diez por detrás del balón. No hagamos comentario alguno sobre los laterales, centrales y porteros ya que el mero hecho de intentarlo, supone cómo mínimo una reprimenda notable.
Sabemos que la creatividad, talento e imaginación para realizar el uno contra uno es innato en un alto porcentaje, pero no por ello, hay que dejar de trabajarlo, no se trata de conseguir que todos los jugadores tengan un regate diez, sino que vivan la experiencia, el estrés psíquico-físico que se produce al realizarlo y que lo tengan cómo recurso en distintas situaciones , que les pueda surgir durante el partido, porque no hay nada más triste que un lateral cuando desdobla y pasa el centro del campo, no saber ni qué hacer con el balón, cuando le ceden el balón al portero y despeja contra el delantero provocando un gol en su portería, etc… Al ver muchas situaciones cómo las anteriormente citadas me pregunto: ¿Los clubes de fútbol se preocupan en planificar una metodología progresiva para los jugadores de base? ,¿ Se preocupan más por la evolución y progresión de los futbolistas que por el resultado?.
Sobre los entrenadores ¿ Se preocupan si estas personas, que ponen a cargo de unos jóvenes con talento, están cualificados para formar jugadores?. Considero importante, que el jugador tenga disciplina táctica y una buena preparación física, con la condición que su talento natural no sea reprimido. Sería mucho más importante, que los entrenadores de las categorías inferiores, valorasen la parte técnica del jugador ante todo. Es impresionante la cantidad de jugadores profesionales, que tienen serias deficiencias técnicas, cómo no saber usar las dos piernas para pasar o definir, cabecear y sobre todo realizar el regate o el uno contra uno. En Europa, continente al que llegan muchos futbolistas africanos para intentar la suerte de la gloria, existe un peligro notable de perder muchos de ellos de gran talento. Varias razones son las que provocan dicho peligro; La edad tempranera a la que llegan a Europa, juveniles y en ocasiones cadete, aún no están ni formados ni adultos, mentalmente no preparados y se encuentran perdidos añorando a su tierna edad, la familia africana, los amigos, las playas y los campos de tierra donde juega en total libertad. , La mayoría de los futbolistas africanos quieren ser atacantes, pero cómo hoy en día hay pocos en el fútbol, muchos se tiene que convertir en medios y defensas. Cuando captas a un joven africano, apenas formado, comienzas a dar eficacia a su juego, a depurarlo, a eliminar florituras o gestos naturales, poco a poco su juego espontáneo y de sorpresa, se diluye, se estanca hasta perder la mayoría de las cualidades que tenía en África. Considero que la principal problemática del regate es que no se entrena, según parece, el entrenamiento del "fútbol moderno" se basa en los rondos y mantenimientos de la posesión del balón a uno u dos toques, cuando le pones a las tareas límite de toques, los futbolistas no piensan en la esencia del fútbol, marcar y desmarcarse, se dedican a contar los toques que le han dado al esférico y no se centran en lo importante de la tarea; Si les enseñamos dichos conceptos, la reducción de toques, saldrá por si mismo. No estoy en contra ni mucho menos de dichas tareas, pero pienso que son un complemento más del entreno, estas tareas provocan que se mejore en los fundamentos propioceptivos, pero me pregunto ¿ Cuántas veces un equipo juega a uno u dos toques e incluso en tres?¿ Los entrenamientos basados en dichas tareas, no acostumbran al futbolista, a coger el esférico y quitárselo de encima, a jugar de manera transversal sabiendo que se juega de manera longitudinal?. Tanto estas tareas, cómo otras en general que se realizan durante la semana, ¿ Tienen algún componente táctico útil para el fin de semana? ¿ Pasa algo de lo realizado entre semana el domingo? Muchos jugadores juegan al primer toque, quizás sea para ocultar su carencia a la hora de realizar el regate o por obligación del entrenador. En las categorías inferiores, se debe trabajar sobre todo los aspectos técnicos no coartando el talento y creatividad de los futbolistas. Hay dos claras tendencias en este aspecto:
• La que trabaja con los especialistas, trabajo específico
• El trabajo de todos, creando la polivalencia.
El trabajo en rondo y posesiones está bien, debido a que hay momentos en la jugada, en la que esa dinámica de tocar e irse y tocar rápido es la más oportuna y eficaz, pero hay otras determinadas situaciones, sobre todo las de más riesgo para el conjunto rival, en las que el uno contra uno es indispensable el tenerlo que utilizar y el jugador tanto ofensivo cómo defensivo, tiene que estar preparado para ello. Se deben realizar tareas en las que predomine el uno contra uno, y a su vez se ve favorecido tu equipo, ya que trabaja el uno contra uno tanto en ataque cómo en defensa. Si bien considero que el método analítico para el inicio y mejora del regate es la más adecuada. En el fútbol "moderno" cada día hay más presión y menos espacios, con lo que, la aparición de ese jugador desequilibrante en el uno contra uno, talentoso, creativo y eficaz se hace indispensable, sin embargo, en el fútbol de hace unos años, en los que había más espacios y los equipos no eran tan disciplinados tácticamente, se realizaba con mayor asiduidad el regate. Hagamos un examen de conciencia, vamos a trabajar en formar jugadores con ese perfil, porque están en peligro de extinción y el fútbol sin ellos, se convierte en un deporte monótono, aburrido y vulgar.
CASO REAL
Estaba observando un partido de fútbol sala entre equipos de jugadores con una edad comprendida entre los 7 u 8 años máximo. Entre los gritos histéricos de padres y madres, se podía de vez en cuando escuchar las instrucciones de los técnicos. Los dos entrenadores, a cada intento de regate de sus pupilos en seguida amenazaban con el banquillo a los muchachos que no pasaban la pelota rápido. Infelizmente me quedé con la nítida impresión que todos los pequeños jugadores que participaban en este partido, difícilmente intentarán más regates en el futuro, porque si pierden la pelota serán excluidos del equipo. En los momentos finales del partido, los dos técnicos, que se comportaban como si estuvieran disputando la final de la Copa del Mundo, quitaron a los pequeños jugadores habilidosos, para dar paso a los más fuertes. Desesperados por vencer, los dos "profesores" colocaron a esos chavales para que den chutes altos, desde lejos, para intentar batir a los pequeños porteros que ni alcanzaban el travesaño. El partido se transformó en un auténtico "gol a gol" , los porteros mandando la pelota a los pequeños toros, que disparaban la bola hacia las alturas esperando verle caer en la portería contraria.
( Humberto Perón)