Markel Soria (entrenador del cadete preferente) e Iker Piñaira “Piña” (entrenador del infantil txiki) se sumaron a un programa de intercambio en Estonia del 14 al 21 de septiembre en colaboración con Hezkide. Este programa tuvo como objetivo explorar y compartir diferentes perspectivas sobre la educación en el tiempo libre en Europa. En este caso, utilizaron el fútbol como herramienta para promover importantes valores, como la tolerancia, el respeto y la paz.

Ahora bien, ¿cómo surgió la idea de participar en este intercambio cultural en Estonia?

Markel: La idea de sumarnos a este intercambio surgió cuando Hezkide se puso en contacto con el club, y luego, fue Edu (Presidente) quien me lo propuso. Nada más oírlo, sugerí a "Piña" la opción de ir juntos. Después de unos días y de consultar en qué consistía el proyecto, se animó y allá que nos fuimos. Nos gustó bastante la idea de participar en este proyecto.

¿Cómo os adaptasteis al entorno cultural y las costumbres de allí? ¿Hubo alguna sorpresa en este sentido? ¿Cómo os las arreglasteis para comunicarse con la gente de allí?

Markel: El entorno cultural no fue un problema; las costumbres y la cultura no son muy diferentes a las de aquí. Lo único sorprendente es lo pronto que se come y algunos pensamientos retrógrados que no nos esperábamos. Yo no tuve problema con el inglés, pero el caso de Piña... (risas)

¿Cómo lograsteis trabajar valores como el respeto y la tolerancia durante vuestra estancia? ¿Utilizasteis algún otro enfoque además del fútbol?

Iker: La verdad es que lo trabajamos a base de charlas y actividades en equipo entre nosotros. De hecho, tenemos que decir que se ha usado bastante poco el fútbol. Estaba más enfocado a los monitores de tiempo libre, aun así, pudimos sacar algo positivo para lo nuestro.

¿Notasteis diferencias en la forma en que se juega o se percibe el fútbol en Estonia en comparación con vuestra experiencia aquí en Euskal Herria?

Iker: Sí, notamos una diferencia, y es que en Estonia el fútbol no es tan practicado como en Euskal Herria, así que se nota que tienen bastante menos conocimiento en general. En consecuencia, debido a ese desconocimiento, juegan mucho más sin sentido y simplemente tiran el balón hacia adelante por tirarlo, sin un objetivo claro.

¿Qué planes tenéis para aplicar lo que habéis aprendido en vuestros respectivos equipos?

Markel: Si tenemos que destacar algo que hayamos aprendido, son las ideas que se han mencionado con el objetivo de educar. Siendo entrenadores, además de enseñarles a jugar, nuestra meta principal es educar a los jugadores. Por lo tanto, aplicaremos todo lo aprendido para educar mejor a nuestros jugadores.

A mediados de octubre, son los estonios quienes vendrán a visitar Euskal Herria. ¿Qué consejos les daríais basados en vuestra experiencia?

Iker: Les diríamos que disfruten de la experiencia y se sumerjan en la cultura local tanto como puedan. Y que usen el fútbol como herramienta para educar a los más pequeños de una manera divertida y entretenida.

Para concluir, ¿cómo describiríais en pocas palabras vuestra experiencia en Estonia? Y teniendo en cuenta todo lo aprendido, ¿consideraríais repetir esta experiencia en el futuro?

Markel e Iker: Ha sido una experiencia inolvidable. Además de poder conocer la cultura estonia, congeniamos mucho con los monitores de los otros grupos. Repetiríamos sin dudarlo, ya que, además de aprender mucho durante esta semana, hemos disfrutado mucho conociendo un país desconocido para nosotros.